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Súper Mamá Grissel Granados
Las madres viviendo con VIH son raramente "visibles," pero una mujer está cambiando eso.
April 26 2021 2:35 PM EST
April 25 2021 10:40 PM EST
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Las madres viviendo con VIH son raramente "visibles," pero una mujer está cambiando eso.
La maternidad tiene muchas caras, pero una cara que en pocas ocasiones vemos es la de las mujeres que viven con el VIH. Grissel Granados, una joven defensora y cineasta que nació con el VIH, espera inspirar a madres viviendo con VIH, a que no dejen que su estado les defina.
Granados nació en la ciudad de México en el 1986. Ella contrajo el VIH perinatalmente. Su madre contrajo el VIH a través de una transfusión de sangre, sin embargo, supo de su diagnostico cinco años después de aquella transfusión. Lamentablemente, el padre de Granados también contrajo el VIH y murió por complicaciones relacionada con el SIDA.
“Todo esto sucediendo cuando solo tenía 23 años,” dice Granados cuando narra la historia de su madre. Granados es madre de un niño adoptivo de 10 meses. “Tener que emigrar [a los EE. UU.] sola y el también ser clara conmigo cuando tenía 5 años ... de alguna manera fue capaz de encontrar las palabras para explicar esto de manera que no sonara aterradora ni que disminuyera esperanza alguna.”
No fue hasta cuando terminó la universidad que Granados comenzó a trabajar en el campo del VIH y se sumergió en la investigación. “No me vi en los datos,” dice ella. “No vi a nadie que haya nacido con el VIH.”
Esto, en el 2015, la inspiró a coproducir y codirigir el filme titulado “Aun Estamos Aquí” (We’re Still Here por su nombre en ingles), filme que resalta a la primera generación de niños nacidos con VIH en los años 1980 y 90. Su película salió un año después de haberse unido al Consejo Presidencial de Asesoramiento sobre el VIH/SIDA. Luego, en el 2017, ella y otros cinco colegas renunciaron en protesta al liderazgo irresponsable de Donald Trump con respecto a asuntos que impactan directamente a las personas viviendo con el VIH.
“No tenía sentido el seguir siendo parte de un equipo que no iba a ser utilizado en su total capacidad y potencial,” dice ella. “Por cada paso dado, íbamos a ser desafiados. Simplemente no estaban escuchando lo que la ciencia decía.”
Por supuesto, esa fuerza que ha llevado en su propia vida se ha derramado, de manera orgánica, en la forma en que cuida a su hijo.
“En este momento, estoy como, “Este pequeño niño es el centro de mi universo y nadie lo va a amar como lo amo yo,” bromea. “Creo que todos los clichés de las madres latinas y sus hijos, se están definitivamente haciendo realidad.”